martes, 4 de diciembre de 2007

Promo 98 - Los últimos días

Y los últimos días de la generación del 98, la compusieron la Despedida, la Licenciatura y la Graduación, los que no estuvieron excentos de polémica






La Despedida

Al final de todas las peleas, y cuatiquerías habidas por haber, los terceros nos hicieron nuestra fiesta de despedida. Fiesta que se realizó el día xx de diciembre, en el salón de honor del Regimiento de Rancagua.
Esta fiesta se hizo sin consentimiento del colegio y en ausencia de los profes.

Llegamos todos los 4º bien arregladitos a la fiesta. Los de tercero nos regalaron su lápiz y su tonterilla para recordar la ocasión. Luego el cocktel y todos a comer como malos de la cabeza, había que preparar el estomago para el carrete que venía a continuación.

Bailongo y todo bien. Su salsa, rock, cumbias y llegó la hora de retirada. A la 1 de la mañana, todos los 4º nos retirábamos para seguir el carrete en la casa de la Liz (humanista), que queda en el cerrito San Juan, y que tiene hasta laguna incluida.
Obviamente, algunos se corrieron y se fueron a bailar, o para otra parte. Pero un buen número se fue a carretear al lugar ya acordado.

Había mucho copete, demaciado. Esta locura, se transformo en una verdadera tomatera. Es así como podemos recordar a una niña comiéndose a un alumno de primero medio, y a un par de giles que les dio por nada en la verde laguna al caerse de los botes con los cuales todos nos entretuvimos tratando de remar.


La Licenciatura

Después de tanta lesera, nuestros viejos nos compraron una licenciatura tras la negativa de la tía Sonnya para hacernos una como las tradicionales.

La Directora, que se convirtió en un ogro a estas alturas, en un momento determinado, nos prohibió usar hasta nuestros uniformes, ¡por favor!. Obviamente nadie la pesco, pero por lastima los profes, si la tuvieron que pescar al ser amenazados de ser despedidos si asistían. Nuestros profes no pudieron estar presentes.

El arriendo del Cine Rex, la compra de arreglos florales, la invitación del Seremi, la compra de diplomas, la invitación de alumnos de 3º para que cantaran el "Adiós", y la de "Juan Andrés" para que nos hiciera show, fueron en parte las movidas de los apoderados para que se realizara nuestra ceremonia de Licenciatura.

Esta ceremonia se realizo el día xx de diciembre de 1998, comenzó con la entrada de todos los cursos al cine y todos los padres, apoderados y colados aplaudiendo. Nosotros, igual, con cierta emoción. Era la última vez que vestíamos nuestros uniformes.

Cantamos el himno nacional, con estrofa de "nuestros nobles valientes soldados" incluida (ahí los apoderados la cagarón pa fachos). En ese momento creímos que los apoderados querían hacer un homenaje al general Pinochet, pero no, solo fue un condoraso de algún despistado. En todo caso el canto de esa estrofa fue el que se escucho mas fuerte y con más orgullo, parece que la mayoría de los que estaban presentes eran momios pinochetistas.

Discurso de un representante del seremi (que quien cresta era, no lo sé), en el que aprovecho de recordar los desordenes de fin de año con los terceros y de mencionar en las circunstancias en que nos estabamos licenciando. Luego palabras de despedida de nuestra compañera bióloga, Claudia Polanco. Palabras emotivas que marcaban el adiós.

Luego la entrega de diplomas a los alumnos del 4ºA y 4ºB. Después de esto es cuando hizo su primera aparición "Juan Andrés", con la canción que quedara en el recuerdo de todos, "Golpe a Golpe". Todos cagados de la risa, al pobre, aunque cantaba bien, no creemos que lo hayan aplaudido tanto en su vida como esa mañana.

Después del show de Juan Andrés, vino la entrega de diplomas de los cuartos matemáticos, el 4ºC y 4ºD. Con esto la ceremonia ya estaba por terminar, solo faltaba el canto del adiós, canto que nos indico que ya jamás vestiríamos ese uniforme tan característico del Rancagua College, el uniforme más llamativo de todo Rancagua.

La ceremonia ya había terminado, pero nosotros permanecíamos ahí. Largos abrazos, lagrimas y deseos de buena suerte cerraron el capítulo de esa mañana. Ya no volveríamos a ser colegiales, ahora nos quedaba dar la prueba y abrir otra hoja de nuestras vidas.


La Graduación




Llegó fin de 4º medio, y con esto, la fiesta mas esperada de la enseñanza media: "nuestra graduación". Si bien nos costo llegar a ésta, y fuimos hasta sin profesores, por los hechos que ocurrieron en el cambio de mando, la pasamos la raja.
Se realizo en el restauran D'Mare, el día xx de diciembre. Todos vestidos como nadie nos había visto nunca. Los hombres de ternos elegantísimos, las mujeres con peinados rebuscados y la mayoría con vestidos largos. Todos sin excepción nos veíamos re bien.

Todos llegamos con nuestros padres y parejas. Nos formamos en el curso que nos correspondía. Algunos en el humanista, otros en el biólogo y otros en uno de los dos matemáticos. Aunque no faltó al que le toco formarse en dos cursos (Pamela, Miguel Flores, Juan Antonio, Karen).

Las mujeres entraron con un lindo ramillete de flores. Entramos todos con nuestras parejas, quienes nos dejaron en el escenario. Cuando estaba todo el curso arriba del escenario, empezaban a nombrar a cada alumno, para que los padres les entregaran su regalo.

En esta fase se comenzó a notar la ausencia de los profes y de los viejos cuaticos del College. Las listas estaban incompletas, y el señor animador no nombraba a todos los alumnos. Teníamos nosotros mismos que ir soplándoles los nombres que faltaban. Bueno, cuando al fin nos nombraban, nuestros padres se acercaban a felicitarnos y nos entregaban nuestro regalo. Otra falla se presento aquí; no estaban todos los regalos.

Lo que recibimos, los que tuvieron el gusto de recibir algo, fue una medalla de oro con las letras del colegio, los hombres, y un anillo con el "RC", las mujeres.

Cuando esta parte de la ceremonia termino, vino la premiación. A la que los alumnos premiados agradecieron que los premios no los haya puesto el colegio, sino los apoderados, ya que los papás se rajaron con premios muchos mas decentes; maquina fotográfica, lápices finos y si no mal recuerdo una agenda.

En un momento de la ceremonia cantó Juan Andrés, su ya repetido "Golpe a golpe", con el que ya nos había echo cagar de la risa en la licenciatura.

Luego, el vals con los padres. Ahí notamos que la pista de baile era mínima, ya que todos chocábamos con todos. Pero linda la experiencia, aunque nadie le pegaba mucho a este tipo de baile.

Pero el show continuaba. Los papás de la Ursula (bióloga), nos demostraron que tan atrevido puede ser un baile de tango. Nos degustaron con dos piezas de este baile argentino.

Y las despedidas no se quedaban tan solo para todo los 4º. Había una despedida especial. La que le brindó el biólogo, al Pancho Martinez, que en un mes más se iba a recorrer el mundo bailando, por un pituto de la O.N.U , o algo así.
Todos sacábamos fotos como malos de la cabeza. A mi amigo, al enemigo, al que nunca vi, a la mesa, a mis papás, a mis suegros, en fin, a quien se me atravesara.

La comida, y todos sentados. La queja más grande de la noche, fue la comida. Para que andar con tonteras, la cena no estuvo al nivel deseado. En todo caso, los copetes no estaban nada de mal.

Terminaba la comida y los papás se comenzaban a ir. Nosotros a bailar, a conversar, a interrogar a las parejas de nuestros compañeros, a tomar. No se, en fin, a pasarlo bien.

Los mas reventados del colegio, estaban "locos". Otros tomando su copete, otros se quedaban con su simple bebida.
Pero el chascarro de la noche tenía que ocurrir. La encargada fue la Reveca , más recordada como Veky (bióloga), que por dársela de experta conductora, se cayo a una zanja que había en medio del estacionamiento. Todos los hombres tratando de sacar el auto. Pipe Ahumada con su camioneta y Juan Antonio con su "pequeño auto", trataron de remolcarlo, pero no hubo caso. Ya a esas alturas, había más de uno, todo embarrado, y nada; el auto ni se movía. Única solución, los bomberos. Y llegaron, se rieron un rato y después lo sacaron en menos de 5 minutos... Y nuestros amigos chicos buenos se fueron con una de pisco de regalo.

Tuvimos de todo en la graduación: emergencias, bailoteo, mala comida (pero sin intoxicados), descoordinaciones, parejas nuevas. En resumen lo pasamos ¡la raja!.




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